Así fueron las últimas horas de la niña que murió por Influenza en San Nicolás
Durante esta jornada, la comunidad de San Nicolás se vio sacudida por el trágico fallecimiento de Esperanza Figueroa Valdebenito, una niña de 6 años, hecho ocurrido el pasado 21 de mayo en el Servicio de Urgencia Rural (SUR) del Cesfam local.
Esperanza había sido atendida previamente en el Hospital de San Carlos, donde se le diagnosticó un virus respiratorio e influenza tipo A.
Tras recibir tratamiento, se le indicó regresar a su hogar y volver al centro de salud si sus síntomas se agravaban.
Esa noche, alrededor de las 22:00 horas, su padre la llevó nuevamente al Cesfam debido a que los síntomas no habían mejorado.
El médico de turno la evaluó y decidió enviarla de regreso a casa, esperando que el tratamiento comenzara a hacer efecto.
Sin embargo, cerca de la medianoche, la condición de Esperanza empeoró drásticamente. Su padre la llevó nuevamente al Cesfam, esta vez en un estado crítico: la niña estaba inconsciente y cianótica.
A pesar de los esfuerzos del equipo médico y del apoyo de un móvil avanzado del SAMU, Esperanza falleció alrededor de las 02:00 de la mañana.
Sebastián Jara, director del Cesfam de San Nicolás, lamentó profundamente la pérdida y explicó los detalles de la atención brindada a Esperanza.
“Consultó en el hospital de San Carlos por síntomas respiratorios, donde se le diagnosticó y se le entregó tratamiento.
Cerca de las 22:00 horas volvió al Cesfam porque los síntomas no mejoraban. Fue atendida y enviada a casa. A medianoche, regresó en estado crítico y falleció a pesar de todos los esfuerzos médicos”, relató Jara.
El Servicio de Salud Ñuble anunció la realización de una auditoría médica para revisar los antecedentes clínicos y los procesos de atención involucrados en el caso.
Además, el municipio instruyó un sumario administrativo con el mismo objetivo.
La familia de Esperanza está recibiendo apoyo emocional por parte del equipo del establecimiento.
El director Jara hizo un llamado a las autoridades para incrementar los recursos disponibles, ya que el Cesfam está sobrecargado, atendiendo entre 200 y 220 casos diarios de morbilidad, cuando normalmente se gestionan entre 30 y 40.
Esta trágica pérdida ha dejado una profunda huella en la comunidad y ha resaltado la necesidad de mayores recursos para la atención de salud en la región.