Héctor Noguera y su vínculo con Ñuble: el legado del “Chacal de Nahueltoro”

El reconocido actor chileno Héctor Noguera, fallecido este miércoles 28 de octubre a los 88 años, dejó una huella imborrable en el arte nacional.
Su legado abarcó más de seis décadas de trayectoria en teatro, televisión y cine, pero uno de los momentos más significativos de su carrera lo conectó directamente con la región de Ñuble: su participación en la histórica película El Chacal de Nahueltoro (1969).
La cinta, dirigida por Miguel Littín, está inspirada en un caso real ocurrido en la localidad de Nahueltoro, comuna de Coihueco, en la actual región de Ñuble.
Fue precisamente en esa zona donde se desarrolló gran parte del rodaje, con escenas filmadas en campos rurales cercanos a Chillán, bajo condiciones climáticas adversas que pusieron a prueba al equipo de producción.
Una filmación marcada por Ñuble
Durante el rodaje, el equipo de El Chacal de Nahueltoro instaló su base en Chillán, desde donde se trasladaban diariamente a los sectores rurales donde había ocurrido el crimen que inspiró la historia.
Los propios habitantes del lugar colaboraron con la producción, aportando elementos de la vida campesina que otorgaron autenticidad al relato cinematográfico.
El filme retrata la historia de Jorge del Carmen Valenzuela Torres, un hombre analfabeto que asesinó a su pareja y a sus cinco hijastras, y que, durante su reclusión, aprendió a leer, escribir y comprender la magnitud de su crimen antes de ser ejecutado.
Noguera interpretó al sacerdote Eloy Parra, personaje que acompaña al protagonista en su proceso de transformación espiritual. Su actuación fue aplaudida por la crítica de la época, y el propio actor reconoció en varias entrevistas que la experiencia de grabar en Ñuble y participar de un proyecto tan comprometido socialmente marcó un antes y un después en su carrera.
El rol de Noguera en el cine chileno
Además de su trabajo frente a cámara, Noguera tuvo un papel importante en la consolidación del Nuevo Cine Chileno, un movimiento que, en los años 60 y 70, buscó reflejar la realidad social del país con un enfoque más humano y crítico.
El Chacal de Nahueltoro fue una de las obras fundacionales de esa corriente, y la participación de Noguera como actor y colaborador en la producción ayudó a cimentar su reputación como un intérprete comprometido con las causas sociales.
El rodaje en Ñuble, las largas jornadas en los campos de Chillán y la convivencia con los vecinos del lugar son parte de las memorias que unieron al artista con la región. Décadas después, la película sigue siendo considerada una de las más importantes del cine chileno, y también una de las más recordadas de la filmografía de Héctor Noguera.